domingo, 18 de septiembre de 2016

Senderismo Urbano

¿Disfrutas del aire libre? ¿Te interesan el arte, la historia y la cultura? ¿Tenés alma aventurera y espíritu deportivo?
Sin duda la mejor forma de conocer una ciudad es andando. El ritmo pausado y la proximidad son los mejores aliados para disfrutar de cualquier ruta urbana.



Una hermosa forma de conocer la ciudad es  recorriéndola a pie, combinando deporte, arte, tradiciones, cultura y ganas de estar al aire libre. Visita los distintos barrios y descubrí sus calles, plazas y rincones participando de los recorridos que ofrece.
Conocer una ciudad, armar fragmento a fragmento la imagen compuesta de monumentos, edificios históricos, barrios, sabores y costumbres locales dejó de ser hace tiempo una actividad que se suele hacer guía en mano o con un bus turístico marcando paradas. Recorridos a pie, en bicicleta y hasta en patines proliferan en las capitales del mundo e incluyen también una opción que a partir del mes pasado está también presente en Buenos Aires: el trekking urbano.



En este caso, a diferencia del senderismo tradicional, no son caminos zigzagueantes en pleno entorno verde, ni hay rocas a las que trepar ni arroyos que atravesar. Acá se cruzan avenidas, se saltan cordones y se deambula por las callejuelas adoquinadas de varios barrios porteños.
La experiencia tampoco es similar a la de los tours a pie (walking tour), ya que en el trekking urbano las distancias recorridas son más largas, superan los cinco kilómetros.
Este senderismo urbano surgió a principios de la década de 2000 y muchos ubican su origen en Siena, Italia, donde celebran incluso el Día Nacional del Trekking Urbano. Con un espíritu que conjuga deporte, arte, gastronomía y ganas de disfrutar actividades al aire libre, el proyecto se propagó pronto a varios destinos y fue elegido por miles de turistas que eligen la proximidad que da el andar a pie como una de las mejores formas de descubrir los pliegues de una ciudad.
Recordá que es un paseo deportivo: implica algo de esfuerzo físico, pero no es necesario realizar un entrenamiento previo. No te olvides de llevar una pequeña mochila con agua, protector solar, la cámara fotográfica para inmortalizar momentos y un calzado cómodo.






domingo, 28 de agosto de 2016

Ropa para senderismo


Si sales para un día de caminata rápida en los senderos locales o para embarcarte en una caminata por un sendero escabroso en un recorrido épico, llevar contigo la ropa adecuada puede cambiarte tu experiencia por completo. Pantalones vaqueros y tu camiseta favorita puede estar bien para un paseo por el lago de la ciudad, pero fuera de la pista, pueden ser una molestia engorrosa. Viste en capas ligeras para permitir la máxima flexibilidad de adaptación a las condiciones cambiantes y adapta tu ropa de acuerdo a tu nivel de actividad. Las capas ligeras pueden proteger contra el clima, mantener el cuerpo seco y caliente -o frío- y permiten centrarse en disfrutar de la caminata.
La forma en que tienes que vestirte para una caminata depende en gran medida de las condiciones en que piensas caminar. Necesitarás mucha menos cobertura para una caminata rápida en el calor del verano de la que necesitarías para una caminata extensa a mitad del invierno. Sin embargo, independientemente de los detalles, deberás utilizar ropas que absorban la humedad de tu piel a la vez que evitan que te mojes rápidamente. También deberás vestir una capa base, una capa aislante y una capa protectora.




Indumentaria


Es muy importante el tipo de ropa que os pongáis a la hora de practicar senderismo. No deben de ser prendas muy ajustadas para no causar heridas en vuestro cuerpo por el sudor ni tampoco demasiado holgadas puesto que, al caminar por el campo o la montaña, podrían engancharse en arbustos, plantas, árboles o rocas. Tampoco es aconsejable el pantalón corto o la manga corta por dos motivos: para evitar arañazos y la acción excesiva del sol sobre la piel. Podríamos resumir que lo imprescindible que tenéis que tener en cuenta en este aspecto es lo siguiente.

Pantalones de senderismo adecuado e impermeable. Existen en el mercado con un abanico grande de precios. Que no queden demasiado estrechos y sí tengan numerosos bolsillos es importante porque, pese a que llevaréis mochila, siempre podéis necesitar llevar herramientas como una navaja, un podómetro o el móvil a mano.

Camisetas transpirables. Las hay muy baratas y os ayudan a estar frescos y evitar malos olores.

Botas de montaña. No llevar un calzado adecuado es uno de los errores más graves y, a la vez, más comunes. Aquellos que empiezan a practicar el senderismo no suelen tener botas y utilizan normalmente zapatillas deportivas. Para caminar por un terreno salvaje e irregular es necesario un calzado que te cubra el tobillo para evitar torceduras y lesiones. Además, las botas de montaña suelen tener una suela más gorda que evita problemas posteriores como la fascitis plantar. También debería ser imprescindible que fuera calzado impermeable, puesto que por el camino, aparte de la posible lluvia, nos podemos encontrar con charcos o tendremos que cruzar ríos. En caso de que haga mucho calor y de que no sea un terreno muy difícil se pueden utilizar las cangrejeras, sandalias específicas para la montaña.

Calcetines. Han de ser cálidos y absorber bien el sudor. Además es importante que ajusten bien y sean suaves. El tejido variará según si se utilizan en invierno o en verano. Hay, por supuesto, calcetines específicos para practicar senderismo. El precio rondan los 20 euros.


Chubasquero o ropa apropiada para la lluvia. Estamos en primavera y a menudo suele haber tormentas pasajeras. Una prenda impermeable ligera no ocupa nada en la mochila.






Capa base


  • Evita las capas base pesadas si piensas caminar durante un clima cálido. La ropa interior larga es perfecta para un clima frío, pero no tiene mucho sentido si piensas caminar por el bosque a mitad del verano.
  • Utiliza el espesor adecuado de ropa interior térmica para el clima frío. La ropa interior térmica viene en pesos ligeros, medianos y de expedición. Mientras más frías sean las condiciones y más tiempo pienses estar fuera, deberás optar por ir con la más pesada.
  • Evita el algodón. El algodón absorbe la humedad, lo cual significa que tus ropas se mojarán e incomodarán, y podrían incluso provocar que te dé escalofríos en el clima frío una vez que empieces a sudar. El algodón no es adecuado si caminarás en clima lluvioso.
  • Busca telas que absorban la humedad de tu piel. La lana merino y algunas sedas pueden lograr esta tarea; sin embargo, las telas sintéticas especialmente diseñadas podrían hacer el trabajo más exhaustivo. Busca ropa deportiva que anuncie específicamente las capacidades de “absorción”.
  • Elige las medias adecuadas para el clima. Al igual que las capas base, elige medias sintéticas o de lana para que absorban la humedad, lo cual puede ser una causa de ampollas. Independientemente de si eliges unas medias delgadas o gruesas, es un asunto de preferencia personal teniendo en cuenta las temperaturas externas. En un clima frío de invierno deberás elegir unas medias gruesas y calientes, mientras que en un clima húmedo de verano deberás elegir unas medias delgadas.
  • Algunas personas consideran que poner medias en capas o utilizar medias de revestimiento debajo de unas medias más gruesas evitará las ampollas.




Capa aislante


  • Vístete en capas. Las capas son especialmente importantes para las caminatas en clima frío. A medida que te calientes, podrás sacarte algunas capas a fin de evitar que te calientes mucho. Cuando necesites calor adicional, podrás ponerte de nuevo las capas.
  • Opta por las bermudas y camisetas de manga corta cuando camines en climas cálidos. Tu piel tendrá que respirar, y el calentamiento excesivo puede causar diversos problemas de salud. Algunas personas prefieren faldas escocesas o faldas para caminar a fin de tener más ventilación. Si quieres evitar insectos o exposición al sol, utiliza pantalones y camisetas de manga larga hechos del material más ligero y transpirable que puedas encontrar.
  • Busca prendas que puedan mantenerte caliente en climas fríos. Los pantalones y camisetas de manga larga son solo el comienzo. Los chalecos, chaquetas y mallas también son herramientas importantes que puedes utilizar para mantenerte caliente.
  • Usa telas que absorban la humedad al mismo tiempo que te mantengan caliente. El forro polar de poliéster es una opción popular porque es ligera y transpirable. La lana merino y plumón de ganso también son opciones comunes; sin embargo, debes mantener seco el plumón de ganso para conservar su eficacia.
  • Existen algunos nuevos tipos de plumón que son resistentes al agua.


Capa protectora 

  • Compra una chaqueta que tenga una parte exterior resistente al agua y una parte interior de forro polar extraíble para que tengas mayor versatilidad. Una parte exterior impermeable y básica te mantendrá seco durante una lluvia leve a moderada, independientemente de la temperatura externa. Una parte interior de forro polar te mantendrá caliente durante el invierno, y elegir una parte interior extraíble hará que sea más fácil adaptar la chaqueta a fin de usarla en clima caliente.
  • Elige una casaca cortaviento simple durante un clima cálido y ligeramente frío. Las casacas cortavientos evitarán que te dé escalofríos durante un día ventoso, pero no te protegerán de las condiciones más extremas.
  • Busca una capa protectora transpirable e impermeable si piensas desafiar condiciones duras. Las capas protectoras impermeables están diseñadas para llevar la transpiración desde la parte interna a la parte externa de la chaqueta a la vez que evitan que las gotas grandes de las lluvias logren entrar. Estas chaquetas son las más útiles, pero también suelen ser las más caras.
  • Procura usar una capa protectora resistente al agua. Estas chaquetas son más baratas que las que son impermeables. Las telas de tejido apretado bloquean el viento y las lluvias ligeras, pero se empapan durante las fuertes lluvias.
  • Recuerda usar aislamiento para las caminatas en climas fríos. Incluso si las capas base y media están muy aisladas, la capa externa todavía tendrá que brindarte calor adicional.
  • Evita capas no transpirables. Las capas no transpirables por lo general son muy durables y resistentes al agua; sin embargo, atrapan el calor del cuerpo y evitan que la piel respire. Como resultado, corres el riesgo de tener mucho calor o escalofríos por estar mojado.
  • Invierte en accesorios adicionales. Las capuchas, bolsillos y respiraderos son útiles, pero también elevan el precio de una chaqueta. No obstante, si piensas seriamente en ir de caminata, deberás invertir en una chaqueta con capucha, con varios bolsillos y con cierres que te permitan regular la temperatura.





Ropas adicionales

  • Utiliza botas de caminata para que tengas mayor versatilidad. Las botas de caminata son adecuadas para caminatas simples y avanzadas porque les brindan a tus pies un buen soporte y te protegen de los peligros que hay en el suelo, como las espinas o mordeduras de serpientes. Independientemente de que quieras elegir unas botas altas o bajas, este es un asunto de preferencia personal. Elige un par que tenga impermeabilización a fin de mantener secos tus pies si caminarás en un terreno mojado. Ten en cuenta que las botas impermeables son menos transpirables en condiciones cálidas.
  • Usa zapatillas para caminar cuando necesites flexibilidad. Las zapatillas para caminar o las zapatillas para correr en senderos te brindan suficiente soporte para los terrenos uniformes y te dan la flexibilidad que necesitas para caminatas que también incluyen algunas escaladas básicas. Busca zapatillas para caminar que tengan agarres fuertes y seguros.
  • Recuerda tu sombrero. Si piensas caminar en el frío, un gorro con protección evitará que pierdas mucho calor corporal por la cabeza. Si piensas caminar en clima cálido, lleva un gorro de ala ancha que pueda proteger tu cara y cuello del sol.
  • Lleva guantes para caminatas en climas fríos. Los mejores guantes son impermeables y tienen una parte interna de tela separada. Una polaina de cuello también te puede dar calor adicional.
  • Lleva una mochila o canguro. Las mochilas son mejores para los climas fríos dado que te brindan suficiente espacio para llevar capas adicionales de ropa junto con agua y alimentos. Los canguros son adecuados para los climas cálidos cuando no tienes que preocuparte en guardar capas adicionales de ropa pero todavía tienes que llevar agua y aperitivos.
  • Consejos
  • Lleva bastantes líquidos. Incluso si tu ropa te brinda la máxima transpirabilidad, todavía sudarás. Sudar significa que tu cuerpo perderá agua. Deberás reponer el suministro de agua de tu cuerpo para que te mantengas sano y evites el golpe de calor.
  • Si eres nuevo en lo que respecta a caminatas, empieza poco a poco. Cubre terrenos sencillos y distancias cortas antes de pasar a terrenos irregulares y caminatas extensas.
  • Es importante que repongas electrolitos además de agua. Utiliza una mezcla de hidratación que contenga electrolitos o asegúrate de comer aperitivos salados.




Cosas que necesitarás 

  1. Ropas interiores
  2. Camisetas
  3. Bermudas
  4. Pantalones
  5. Chalecos
  6. Mallas
  7. Chaquetas
  8. Abrigos pesados
  9. Gorros
  10. Guantes
  11. Zapatillas o botas de caminata
  12. Mochila o canguro







Dieta y el Senderismo


El senderismo es un ejercicio aeróbico de larga duración donde los músculos trabajan a media intensidad durante un período prolongado de tiempo y nuestro organismo consume glucógeno para producir glucosa y de ahí obtener la energía necesaria. Si excasea el glucógeno, nuestro organismo echa mano del tejido adiposo (la grasa) para obtener de ahí la energía necesaria pero es un proceso más lento de obtención de la energía, por lo que si es necesario obtenerla rápidamente puede hacerlo quemando proteínas (masa muscular) y eso no es conveniente. Por todo ello, es muy importante que exista glucógeno suficiente en nuestro organismo y ahí es donde resulta clave cuidar nuestra alimentación.
Al igual que con los líquidos no debemos esperar a tener sed para beber, con los alimentos sólidos no debemos esperar a tener hambre para comer y debemos comer pequeñas cantidades de forma continuada durante las rutas. Pero no sólo hemos de cuidar nuestra alimentación mientras caminamos.



Pero desde nuestro punto de vista, los dos aspectos más destacados a tener en cuenta en el momento de escoger el tipo de comida son:


-Valorar el tipo de actividad por intensidad, duración, climatología (en función de la estación del año), individual o colectivo, etc.
-Los hábitos alimentarios por lo que tiene de importancia en cuanto a tu metabolismo basal, la asimilación por tu organismo, tiempo de digestión, cantidad, productos intolerados, mezclados o no con líquidos, fríos, calientes, etc.



Dieta pre caminata:


Los hidratos de carbono son unos nutrientes muy importantes. En nuestra dieta habitual ocupan entre un 50% y un 60% de la misma. Son la “gasolina” de nuestros músculos, por ello, resultan esenciales como alimento en nuestras salidas. Otra parte importante de nuestra dieta habitual son las grasas, un 30% ó un 35% de la misma. El resto son fundamentalmente proteínas, entorno al 10% ó el 15%.
Lo ideal es aumentar nuestra ingesta habitual de alimentos que contengan hidratos de carbono (fundamentalmente pasta, patatas y cereales) los días previos a nuestra salida a la montaña. De esta manera llevaremos el “deposito” lleno y nuestros músculos rendirán más distancia sin problemas.
Pensando en salidas de un día (y no tanto en salidas más largas) lo normal suele ser madrugar un poco y aprovechar las primeras horas del día para realizar nuestras rutas, evitando así las horas de más calor y disponiendo de un margen de tiempo (para imprevistos) suficiente sin que la noche caiga sobre nosotros. Por ello, el desayuno se convierte en una comida crucial, deberá ser abundante, completo y contener todos los nutrientes esenciales, así iniciaremos nuestras rutas perfectamente nutridos y será necesario ingerir menos alimentos durante el trayecto a realizar. Leche, zumos, frutas, cereales, queso, pan y algo de embutido (magro) no deberían faltar.
Lo abundante del desayuno irá en función del tiempo entre éste y el momento en que vayamos a comenzar a caminar. Conviene que sea abundante pero también que lo hayamos digerido correctamente antes de iniciar la actividad. Por ello si entre el desayuno y el comienzo de la ruta sólo transcurre media hora, el desayuno debe ser algo más ligero. Si va a transcurrir una hora y media o más, podemos realizar un desayuno copioso.

Alimentos durante la marcha:


En salidas de varios días es imperativo no cargar con demasiado peso en la mochila, una cuestión que tampoco es desdeñable en las salidas de un día (para las que está pensada esta entrada). Realizar una ruta cargando con una nevera portátil atiborrada de alimentos no es precisamente la mejor manera de practicar y disfrutar el senderismo.
Durante una ruta “corta” es conveniente que comamos pequeñas cantidades de forma periódica, por ello lo ideal es emplear alimentos que nos aporten los nutrientes necesarios y que podamos consumir sobre la marcha, sin tener que parar a prepararlos. Los alimentos más apropiados para este fin serán:
-Unos frutos secos (con poca sal para evitar que nos den sed) nos apotarán las grasas necesarias.
-Alguna pieza de fruta nos proveerá de azúcares naturales (que se van “quemando” más lentamente).
-Unas barritas o algún gel energéticos nos aportarán un plus de energía rápido durante el esfuerzo.
Con lo anterior será suficiente para una ruta de 3-4 horas, aportándonos mucha energía, añadiendo poco peso y ocupando poco espacio en nuestra mochila.
Si nuestra ruta va a durar algo más o prácticamente la jornada completa, podemos llevar también en la mochila el típico “bocata” que podremos comer con más tranquilidad si realizamos una parada algo más larga para descansar. Conviene que no sea de embutidos grasos, que tardaremos demasiado en digerir. Resulta muy apropiado un bocadillo tipo vegetal, con lechuga, tomate y atún (podemos añadir jamón tipo york, con poca grasa) que es muy fácil de digerir o bien uno de tortilla de patatas (que contiene gran cantidad de hidratos de carbono).

Si optamos por llevar algo de comida preparada en un pequeño “tupper” o fiambrera, lo ideal es algo de pasta.

Trekking Corto: - Iniciar la jornada habiendo desayunado.- Almuerzo en marcha- Media tarde


Entonces: Desayuno: 

Té, mate, mate cocido, café, leche en polvo, azúcar, pan lactal, galletas de agua o dulces, cereales, dulces bien sellados. Evitar envases de mala calidad ya que por la presión de la mochila o de la altura pueden romperse. Tener en cuenta que la manteca se derretirá. Es recomendable llevar todo en bolsitas pequeñas de tipo ziploc.

Almuerzos en marcha:


Sándwiches, latas de atún o sardinas, fiambres tolerables (jamón cocido, paleta, queso, etc). Frutas: naranjas y manzanas. Tener en cuenta que, si bien las bananas contienen mucho potasio lo cual contrarresta el cansancio y calambres, son muy frágiles y sensibles a cualquier presión.

Bebidas:


Se deben ingerir entre 3 y 5 litros de líquido por jornada para facilitar la aclimatación.
Lo ideal son los jugos que contienen azúcar, limonadas endulzadas con azúcar. Evitar los jugos bajas calorías y las gaseosas. No ingerir bebidas alcohólicas.

Alimentos en marcha:


Conclision


Considera que al igual que tus entrenamientos son hábitos gracias a los cuales tu cuerpo sufre modificaciones para adaptarse de la mejor forma posible a las nuevas circunstancias, la alimentación va en paralelo ocurriendo algo similar. Cualquier cambio en tu alimentación durante la realización de tu deporte de montaña lo vas a incorporar mucho mejor si lo haces de forma paulatina y lo entrenas.

De la misma forma, la alimentación debes planificarla como cualquier fase más de la organización de tu actividad de montaña, viaje o expedición.


sábado, 12 de septiembre de 2015

Cómo cruzar ríos con seguridad


Algunos métodos y sugerencias para cruzar ríos o arroyos con corriente rápida





Método 1: Cruzar por tu cuenta

1- Usa como apoyo una vara que tenga 1,5 o 1,8 metros de longitud, colocándola del lado con el que estás oponiendo resistencia a la corriente, para que ésta lo empuje al fondo.

2- Siempre mantén al menos dos puntos de contacto con el lecho del río, y cruza en una diagonal que apunte a la dirección en que se mueve la corriente, casi como si estuvieras combatiendo un viento fuerte al que le das parcialmente la espalda.

3- Da unos pasos tentativos antes de apoyar el pie completamente, para probar el fondo. Intenta no mirar directo hacia abajo porque el flujo de la corriente puede afectar tu equilibrio; mejor mira hacia adelante pensando en la mejor ruta a seguir. Resiste la tentación de levantar rocas parcial o totalmente sumergidas que encuentres en el camino, porque esto también afectará el equilibrio con el que te desplazas.




Método 2: Cruzar en grupo


1- Los integrantes del grupo deben colocarse en una fila hombro con hombro, mirando a la misma dirección.

2- Cada integrante pasa sus brazos por las espaldas de los dos compañeros que tenga a su lado, sujetando firmemente el punto más bajo de su mochila. (o de su camisa si no lleva equipaje) Esto asegurará la fila "encadenada". Si una mochila tiene una correa alrededor de la cintura que no pueda desabrocharse rápidamente desde el frente, es inseguro que sus compañeros se sujeten de ella, y será preferible usar la ropa que traiga puesta como punto para agarrarse.

3- Entren al agua en paralelo a la dirección de la corriente; el miembro más fuerte del grupo debería colocarse en el extremo donde reciba directo el flujo del agua, para que éste impacte menos a sus compañeros. La primera persona que está resistiendo la corriente deberá estar sólo un poco más adelante de la paralela que su compañero de al lado, y así con cada integrante del grupo hasta llegar al otro extremo de la fila. Si un miembro del grupo perdiera el equilibrio y se desplazara hacia afuera de la fila, el resto de los integrantes debería mantener la formación para regresar a la orilla inicial o completar el cruce, antes de intentar cualquier maniobra de rescate si fuese necesaria.





Cruzar en grupos de tres.

1- Entren al agua en una formación de triángulo, con cada persona mirando hacia el centro de la formación y entrelazando sus brazos con las otras dos personas. El miembro más pesado deberá colocarse en una punta del triángulo para que su espalda apunte directamente a la dirección que lleva la corriente, y él la mire de frente.

2- Por turnos, cada persona da un paso hacia adelante mientras sus dos compañeros la apoyan.






Consejos


•          Antes de intentar el cruce por una sección del río que muestre una corriente considerable, intenten explorar la orilla para encontrar puentes o vados para atravesar por ellos.

•          Ante cualquier tipo de cruce, asegúrate que tus cosas importantes estén en secciones a prueba de agua en el interior de tu mochila. (Las bolsas de plástico para basura son lo suficientemente grandes para servir como una cubierta general en la superficie interna de tu mochila).

•          Si pierdes tu contacto con el lecho del río, quítate la mochila de los hombros pero sujétala para que flote junto a ti. Intenta también flotar con la cabeza apuntando contracorriente, para que puedas alejarte de cualquier obstáculo moviendo los pies.

•          Por lo general, la sección más segura para cruzar un río es una porción recta entre sus curvas. Si imaginas al río como una letra “S”, la sección más segura es la recta que se forma justo al centro de la “S”, entre las dos curvas. De esta manera, si la corriente te vence y pierdes pie mientras cruzas, con un poco de suerte el agua te hará flotar hasta un banco del río en el que puedas detenerte al llegar a la curva. Sin embargo, recuerda que las secciones donde un río dobla su cauce pueden ser más profundas y con una corriente más rápida, así que asegúrate elegir partes del río en las que el agua se vea relativamente tranquila

•          No te quites tus zapatos o botas de viaje. Es mejor que terminen empapados a que tus pies se lastimen por el contacto con rocas, ramas y objetos cortantes en el lecho del río.
•          No cruces usando un pantalón largo, porque aumentará la presión que el agua ejerce contra ti.

•          Si tu mochila tiene correas de seguridad en pecho y cintura, desabróchalas antes de entrar al agua; esto permitirá que puedes desprenderte de la mochila fácilmente si te vence la corriente y necesitas flotar con ella a tu lado, o si se atora en alguna parte y te está deteniendo. Recuerda que tu mochila tiene cierta flotabilidad que puede ser útil si quedas a la deriva en la corriente.

•          Si es posible, observa primero el río desde un punto alto para distinguir sus secciones con menos profundidad, donde no haya agrupaciones de rocas o troncos sumergidos que puedan estorbar.

•          En áreas donde haya nieve, procura cruzar el río por la mañana antes de que parte de la nieve se derrita e incremente la velocidad de la corriente.


Advertencias


•          Usar una cuerda como apoyo para cruzar un río no suele ser una buena idea, a menos de que esté asegurada firmemente a la orilla y puedan usarse las técnicas adecuadas. Las cuerdas pueden mantener a la gente sumergida en el agua, si se enredan con ellas y pierden su capacidad para nadar. Una cuerda podría también atorarse en las rocas o algún otro obstáculo en el río, y mantenerte atado a él. Y también existe el riesgo de que una persona que ya haya cruzado a la otra orilla sea arrastrada de vuelta por alguien que sigue en la corriente.

•          No intentes cruzar si muchos deshechos (basura, troncos o ramas) están siendo acarreados por la corriente río abajo.

•          No trates tampoco de cruzar un río que esté recibiendo más agua de lo normal o incluso cerca de desbordarse.

•          Recuerda que el flujo del agua es engañosamente fuerte. No tomes a la ligera cruzar un río con las precauciones debidas.

•          Si la corriente de agua supera la altura de tus rodillas ya puede hacerte perder el equilibro y arrastrarte, evalúa bien el peligro y utiliza técnicas adecuadas.